por Joel Barker
Alguien
dijo alguna vez que es importante pensar en el futuro pues es allí donde vamos
a pasar el resto de nuestras vidas. Sin embargo, para mucha gente estas son tan
solo palabras y el presente termina por absorberlos totalmente, o acaso sueñan
con el futuro pero no hacen nada al respecto y sus sueños les parecen en el
mejor de los casos esquivos y en el peor inalcanzables. Pero es un error pensar
así acerca del futuro.
Hola!,
Mi nombre es Joel Barker y estamos aquí para hablar de por qué es tan
importante tener una visión positiva del futuro. Casi diría esencial para las
naciones y organizaciones, las compañías y comunidades, los individuos jóvenes
y viejos, todos y cada uno de nosotros que deseamos dejar nuestra huella en el
universo.
Comencé mis estudios acerca del futuro en 1973 cuando la guerra
de Vietnam llegaba a su fin.La OPEPcontrolaba el precio del petróleo, el caso
Watergate comenzaba y la inflación desatada afectaba la economía mundial. Para
mucha gente desde ejecutivos a trabajadores los problemas del presente
resultaban tan abrumadores que parecía no tener sentido pensar en el futuro.
Sin embargo, en medio de toda esa turbulencia y pesimismo me encontré con la
obra de tres escritores que me enseñaron que una actitud opuesta, o sea, una
actitud positiva era mucho más sabia. Cada uno de estos escritores a su manera,
me convencieron que es esencial que pensemos, que soñemos y que por último
podamos visualizar nuestro propio futuro, especialmente en tiempos difíciles.
Estoy convencido que una actitud positiva frente al futuro es sin lugar a duda
el arma más poderosa que poseemos para lograr cambios.
Realizaremos
un viaje para ver cómo podemos relacionar todos estos conceptos y así ver cómo
podemos aplicarlos para que nuestras organizaciones, nuestras familias y
nuestras vidas alcancen la plenitud total.
Nuestro
viaje comienza aquí, debido al escritor holandés Frederic Polak quien escribió
un libro titulado “The image of the future “. Polak estaba muy interesado
en la relación entre naciones y la imagen que éstas tenían de su futuro.
“¿Quién existió primero, el huevo o la gallina? “. “¿La imagen positiva
que tiene una nación acerca de su futuro es la razón del éxito de dicha nación,
o es el éxito de esa nación una consecuencia de su imagen positiva del futuro?
“.
Para
encontrar la respuesta a esta pregunta leyó la literatura de varios países,
antigua y moderna, para ver cuán positiva era la actitud de estos frente
al futuro y si lograron alcanzar sus propios objetivos. El Partenón, en Atenas,
simboliza perfectamente lo que descubrió. El Partenón al principio fue solo una
visión en la mente del arquitecto. Fue así también como los griegos imaginaron
el futuro de su civilización. ¿Cómo sucedió todo esto?. Pues bien, los griegos
comenzaron soñando pero luego transformaron esos sueños en algo mucho más
poderoso: una visión. Visión es el resultado de nuestros sueños en acción. Lo
que Polak descubrió en sus investigaciones es que en gran medida una visión de
futuro precede al éxito. Caso tras caso pudo observar el mismo patrón. Primero
una imagen convincente del futuro era sugerida por líderes. Luego la comunidad
hacía suya esa visión del futuro y le brindaba su apoyo y así en forma conjunta
convirtieron ese sueño en realidad. Fue cierto aquí en Grecia hace 2500 años, y
también en Roma, España, Venecia, Inglaterra y Francia. En Estados Unidos
ocurrió lo mismo y aún hoy vemos como el poder de una idea cruza con fuerza
arrolladora desde Europa del Este hasta los países del Pacífico Oriental. Los
que es de particular interés en el estudio de Polak es el hecho de que muchas
de estas naciones al comenzar su ascensión a la cúspide no contaban con
los recursos adecuados o la población necesaria o una ventaja estratégica
evidente. En realidad triunfaron a pesar de los obstáculos. Lo que sí tenían
era una visión profunda de su propio futuro y ese es el ingrediente clave, no
el único, pero el primero y el más importante. Las naciones con visión de
futuro cuentan con una gran ventaja. Las naciones sin visión de futuro corren
peligro.
Yo era maestro y tras haber leído a Frederic Polak me di cuenta
que lo que decía sobre las naciones también era cierto sobre los niños. A los
niños les afecta profundamente la imagen de su propio futuro. A partir de mi experiencia
llegué a la conclusión de que existe un patrón. Mis mejores alumnos tenían
objetivos claros. Sabían lo que querían hacer con sus vidas. Cuando leí el
libro de Banjamin Singer “The future focused role-image “ descubrí que mis
observaciones estaban bien fundamentadas. El estudio de Singer establecía que
los malos alumnos en general no tenían objetivos claros, carecían de
perspectiva futura y creían que su futuro estaba en manos del destino, no
tenían control sobre sus propias vidas. El estudio también revelaba que los
buenos estudiantes tenían una mayor sensación de control sobre su propio futuro
y podían hacer planes de 5 a10 años. Me intrigó un hecho en particular acerca
del estudio. El nivel de inteligencia y el contexto familiar no eran los indicadores
claves del éxito de los buenos alumnos. Algunos de los mejores
estudiantes provenían de situaciones familiares y sociales difíciles y no
habían obtenido buenos resultados en los tests de inteligencia. Algunos de los
peores estudiantes habían obtenido excelentes resultados en esos tests y
provenían de las mejores familias. Entonces, ¿Cuál era la diferencia clave? : VISIÓN.
Lo que todos los buenos estudiantes tenían en común era una visión positiva y
clara de su futuro.
Y que
mejor lugar para verificar las observaciones de Singer que esta escuela
primaria PS 121 en el corazón de Harlem en Nueva York. Fue aquí en 1981 que
Eugene Lang vino a dar su discurso de graduación. Lang que se había graduado de
PS 121 en 1933 era ahora un acaudalado hombre de negocios. A Lang le
preocupaban seriamente los problemas que estos niños enfrentaban y deseaba
infundirles alguna esperanza. Pero sentada en este escenario y observando las
caras de los niños de 6° grado, de sus familias y amigos se dio cuenta que las
palabras por sí solas tendrían poco sentido. Y así en el acto, cambio su
discurso. Los cambios en su discurso cambiarían para siempre la vida de
aquellos niños. Comenzó por establecer un vínculo personal con los niños al
contarles que había estado en Washington cuando Martin Luther King dio su
famoso discurso “ Albergo un sueño “. Luego les dijo a esos niños de 6° grado:
“Todos debemos tener un sueño, vuestros sueños son importantes, pueden ser
vuestro futuro y la educación es la llave de ese futuro “. Les habló de su
futura trayectoria a través de la escuela secundaria y luego de la universidad,
pero al decir universidad se dio cuenta que la universidad resultaba un sueño
inalcanzable para estos niños. Y entonces les dijo: “No piensen ni por un
instante que no pueden ir a la universidad por que si pueden “, y luego
mientras las familias y amigos escuchaban prometió proveer personalmente una
beca universitaria a cada uno de esos niños de 6° que terminara la escuela
secundaria. Allí estaban todos estos niños de 6° grado pensando que no podrían
asistir a la universidad y de repente esta promesa. El Sr. Lang se sentó entre
los aplausos de la audiencia pero sabía que el dinero solamente no sería
suficiente, debía también proporcionar un medio para alcanzar este fin. Así es
que inmediatamente además de contribuir con su dinero el Sr. Lang creó una
estructura de apoyo entre los maestros, padres y la comunidad para que
trabajaran con estos estudiantes y se aseguraran que este maravilloso sueño se
hiciera realidad.
A
partir de la historia de esta escuela se hubiera podido predecir que de esos
niños de 6° grado solo el 25% terminarían la escuela secundaria y que de ese
25% prácticamente ninguno continuaría estudios universitarios. Pero gracias al
Sr. Lang y al apoyo de la comunidad, 48 de los 52 estudiantes terminaron los
estudios secundarios y de esos 48; 40 continuaron los estudios en la
universidad. Aquí en la escuela PS 121en el corazón de Harlem vemos
perfectamente ilustrado lo que escribió Benjamín Singer: “ Los sueños de un
niño que con la ayuda de la comunidad logra superar obstáculos económicos y
familiares pueden motivar a ese niño a alcanzar metas extraordinarias “. Por
eso cuando les preguntamos a nuestros niños qué quieren ser cuando sean
grandes, les estamos ayudando a pensar en algo sumamente importante. Nunca
considere sus respuestas como triviales aún si cambian de opinión todas las
semanas. ¿Escuchamos con atención a nuestros niños para darles a entender que
sus sueños son importantes y nuestro interés en ellos les da la confianza y
capacidad necesarias para que puedan perfilar su propio futuro?. Tanto para las
naciones como para los niños observamos el mismo patrón, el mismo poder: el
poder de una visión.
Esto
es Auschwitz, pareciera un lugar extraño para venir a hablar de una visión de
futuro. Durantela II GuerraMundial millones de personas en mayoría judíos, pero
también polacos, rusos y gitanos fueron asesinados en campos de concentración
como este. Hemos venido a aquí para examinar la importancia de una visión de
futuro bajo las peores condiciones posibles. Fue aquí donde el otro escritor
que tuvo gran influencia sobre mí llegó a sus conclusiones, era Víctor Frankl.
Era un psiquiatra en Viena, tenía su consultorio y vivía bien, era judío. Al
estallarla II GuerraMundial fue arrestado por los nazis junto a otros miles y
conducido en vagones de trenes hasta este infierno. Cuando llegó, Frankl se
propuso tres objetivos: 1) Sobrevivir, 2) Utilizar sus conocimientos
médicos y ayudar en lo posible y 3) Tratar de aprender algo. ¡Imagínese!,
tratar de aprender algo en medio del holocausto. Pues bien, Frankl logró
todas sus metas y al finalizar la guerra regresó a Viena donde
escribió su libro “Man Search fon Meaning” donde describe lo que había aprendido.
En su libro Frankl cuenta que la mayoría de los prisioneros fueron ejecutados
al poco tiempo de llegar. Frankl escribió sobre aquellos que como él fueron en
cambio, forzados a trabajar bajo las condiciones más espantosas. Millones
murieron, sin embargo, entre aquellos que sobrevivieron Víctor Frankl encontró
un elemento en común, una característica esencial para la supervivencia. Todos
aquellos que lograron sobrevivir tenían aún algo de gran importancia por
realizar en el futuro, y repito todos aquellos que lograron sobrevivir tenían
aún algo de gran importancia por realizar en el futuro. Y aquí vemos el mismo
patrón nuevamente, poder de una visión de futuro para superar obstáculos
aparentemente infranqueables.
Permítanme
que les cuente una de las historias de Frankl. Dos hombres iban a suicidarse,
esto ocurría con frecuencia en este campo de concentración. Los amigos les
salvaron literalmente la vida al recordarles el futuro. Para uno de ellos era
su hijo a quien adoraba y que le esperaba en otro país, para el otro era una
cosa, no una persona. Este hombre era un científico y había escrito una serie
de libros que aún debían ser terminados. Nadie más podía finalizar su obra. Y
al señalarle su responsabilidad para con su futuro le hicieron encontrar la
fuerza necesaria para continuar y sobrevivir. Para Frankl también dio
resultado. Escribe, “ Casi llorando de dolor pensaba en la infinidad de
pequeños problemas de nuestra vida miserable, ¿Qué habrá de comer para esta
noche?. ¿Si me dieran una ración extra de chorizo lo cambiaría por un pedazo de
pan?. ¿Cambiaría mi último cigarrillo que conseguí noches atrás por un plato de
sopa?. ¿Cómo puedo conseguir un pedazo de alambre para reemplazar uno de los
cordones de mis zapatos?. ¿Quién podría ayudarme a conseguir trabajo en vez de
tener que soportar esta horrible e interminable marcha?. Me llegaron a repugnar
las circunstancias que me obligaban día tras día y hora tras hora a pensar en
estas trivialidades. Intentaba pensar en otras cosas. De pronto me veía parado
en un escenario iluminado, cálido y agradable de un salón de conferencias.
Frente a mí, sentados en cómodos sillones, la audiencia escuchaba atentamente.
Daba una charla sobre la psicología del campo de concentración. Así lograba
trascender la situación más allá del sufrimiento del momento y le observaba
como si ahora perteneciera al pasado “.
El
mensaje de Frankl es claro. Es esencial para usted y para mí el tener algo de
importancia aún por realizar. Tener una visión positiva de nuestro futuro;
porque eso es lo que da significado a la vida. Frankl escribió: “ Es una
peculiaridad del hombre que solo pueda vivir proyectándose en el futuro, y es
esta su salvación; aún en los momentos más difíciles de su existencia
“.
Hemos
venido a aquí para compartir una metáfora. En nuestras vidas todos tenemos ríos
por cruzar. En la otra orilla está nuestro futuro. A veces el río está
turbulento, lleno de sorpresas. Demasiadas veces durante estos momentos
difíciles intentamos cruzar el río y nos tiramos y empezamos a nadar y entonces
la corriente nos arrastra río abajo y sólo nos queda la esperanza que lo que
nos espera del otro lado sea bueno. Pero hay una mejor manera de cruzar el río.
Tener una visión de nuestro futuro y entonces cuando visualizamos nuestros
objetivos es como si nos tendieran una soga de la que podemos asirnos al entrar
al agua y que nos ayudará a llegar a la otra orilla. No será fácil, el río
intentará arrastrarnos, apartarnos de nuestro destino, no es fácil mantenerse a
flote. Debemos poner todo nuestro empeño, pensar por nosotros mismos y dar el
todo por el todo. Nadie lo hará por nosotros. Y si bien no existe garantía de
que alcanzaremos nuestros objetivos esta soga que nace del poder de nuestra
visión es nuestra mejor conexión con el futuro. Y si la asimos con fuerza en
nuestras manos entonces estaremos listos a lanzarnos y aventurarnos en el
mañana.
Hemos visto naciones que a partir de la nada llegaron a ser
grandes potencias. Hemos estudiado los ingredientes esenciales que determinarán
el éxito de los niños. Hemos Visitado un lugar donde seres humanos sufrieron
horrores indescriptibles y sobrevivieron. Y todos ellos tienen un lazo en
común: el poder de una visión positiva del
futuro. Me imagino lo que piensan…; pero en una
corporación… , si se logra con naciones, con niños y con adultos, ¿se
puede lograr esto con una corporación? Sin duda.
En
realidad este tema es fundamental para la naturaleza humana. Las compañías nos
permiten ilustrar esto claramente dado que tienen el tamaño y la complejidad
necesarios para utilizar el poder que da una visión de futuro. Piensen en
compañías, nuevas o establecidas, con o sin fines de lucro y que sean exitosas
y yo les aseguro que les motiva una visión de futuro. Les daré unos ejemplos.
Boeing con su objetivo de construir el avión más grande del mundo, creó el 747.
Sony con su idea de esparcimiento para todos creó el Walkman. Telecom francesa,
la compañía de teléfonos estatal que decidió ser la mejor compañía de teléfonos
de Europa cuando era una de las peores. IBM que apostó el todo por el todo con
la serie de computadoras industriales 360. Milliken & Cía. con
su búsqueda de máxima calidad. El ejército de Salvación, una organización sin
fines de lucro que hace 100 años ayuda a los desamparados. Toyota cuyo objetivo
no sólo es ser la mejor compañía de automóviles en el mundo sino también la más
grande. Entonces, ¿qué constituye una gran visión de futuro?.
Primero
dejen que les diga algo que no es parte de una visión. Es un error considerarlo
parte de una visión. Una visión no se puede expresar nunca en cifras. Las
cifras son siempre una consecuencia de haber logrado los objetivos propuestos.
¿Cuáles son los ingredientes claves?.
Primero, una
visión debe ser formulada por líderes. No son formuladas por las masas. Ahora,
los buenos líderes hablan y escuchan a su pueblo. No sólo escuchan sino que a
la vez exploran el mundo. Pero es la responsabilidad del líder y no de los
seguidores, el de incorporar diversos elementos y elaborar una visión de futuro
coherente y convincente.
Segundo, la
visión de futuro formulada por los líderes debe ser compartida con su equipo y
éste debe estar de acuerdo en darle apoyo. Si usted logra ese apoyo, habrá
creado una comunidad con una visión de futuro. Para las organizaciones, el
compartir una visión de futuro genera un sentido de dirección a tomar el
proceso de toma de decisiones mejora de manera significativa ya que cada
decisión será evaluada a partir de dicho objetivo. Una comunidad con una visión
de futuro deberá actuar en forma conjunta para que ésta se convierta en una
realidad.
Tercero, para
que una visión de futuro sea exitosa debe ser amplia y detallada. Las
generalidades no bastan. Queremos ser los mejores, queremos tener nivel
internacional, queremos estar a la vanguardia. Son lindas palabras pero no una
visión de futuro. Para tener una visión de futuro debemos saber qué,
cómo, cuándo y por qué de
manera precisa como para que cada miembro de la comunidad encuentre su lugar
trascendental en esa visión de futuro. Cada uno debe saber como podrá
contribuir y participar.
Cuarto, la
visión de futuro debe ser positiva y alentadora. Una visión de futuro debe
tener alcance, debe desafiar a todos y cada uno de nosotros a crecer y
superarnos más allá de nosotros mismos. Una visión de futuro debe justificar el
esfuerzo. Cuando creamos una visión es mejor pecar de grandioso que quedarse
demasiado corto.
“Joel, me gusta lo que dices con respecto al concepto de
una visión de futuro pero no has mencionado valores en ningún momento”. ¡Es una
buena pregunta!. Alguien me dijo una vez que en momentos difíciles como los que
vivimos hoy en día serán tus valores los que te sacarán adelante. Yo sugerí
otra manera de ver las cosas. Los valores determinan la rectitud de sus
objetivos. Sin valores podemos generar una visión inmoral y poco ética. Los
valores nos protegen contra esos errores. Pero aunque son esenciales para
lograr nuestros objetivos los valores no señalan el camino. Sólo una visión de
futuro puede hacerlo. Una visión de futuro debe determinar
tu destino.
Liderazgo, apoyo y comunidad, amplitud y
detalle, positivo y alentador. Cuando combinamos
estos elementos tenemos una comunidad con visión de futuro.
Y una vez establecida esta comunidad con visión de futuro el poder
está en tus manos.
Quisiera
contarles una historia. Está basada en la obra de Lauren Ashley. Era una
persona muy especial ya que combinaba el arte y la ciencia. Era científico y
poeta y a partir de esas dos perspectivas escribió con profundidad y belleza
acerca del mundo y nuestra participación en él.
…Había
una vez un sabio muy parecido a Ashley que solía ir a la playa a escribir.
Tenía la costumbre de caminar en la playa antes de comenzar su trabajo. Un día
mientras caminaba junto al mar observó una figura humana en la playa que se
movía como un bailarín. Se sonrió al pensar en alguien bailando para celebrar
el día, apresuró el paso y se acercó. Y vio que se trataba de un joven y que el
joven no bailaba sino que se agachaba para recoger algo, … y suavemente
lanzarlo al mar.
- A medida que se acercaba saludó, “Buen día, ¿qué está
haciendo?”.
- El joven hizo una pausa, se dio vuelta y respondió “arrojo
estrellas de mar al océano”.
- “Supongo que debería preguntar por que arroja estrellas de mar
al océano”.
- “ Hay sol y la marea está bajando y si no las arrojo al mar
morirán” .
- “Pero joven, no se da cuenta que hay millas y millas de playa
y miles de estrellas de mar, ¿realmente piensas que tu esfuerzo tiene sentido?.
- El joven lo escuchó respetuosamente luego se agachó, recogió
otra estrella de mar y la arrojó al agua, más allá de las olas. “Para aquella tuvo sentido”.
La
respuesta sorprendió al hombre, se sintió molesto, no supo qué contestar, por
lo tanto dio media vuelta y regresó a la cabaña a escribir. Durante todo el día
mientras la imagen del joven lo perseguía, intentó ignorarlo pero la imagen
persistía. Finalmente al caer la tarde se dio cuenta de que a él, el
científico, él el poeta se le había escapado la naturaleza esencial de la
acción del joven. Se dio cuenta que el joven había elegido no ser un mero
observador en el universo y dejar simplemente que pasara ante sus ojos, sino
que elegía participar activamente y dejar su huella en él. Se sintió
avergonzado. Esa noche se fue a dormir preocupado. A la mañana siguiente despertó
sabiendo que debía hacer algo. Se levantó, se vistió, fue a la playa y encontró
al joven. Y junto a él pasó el resto de la mañana arrojando estrellas de mar al
océano.
Las
acciones del joven reflejan algo especial en todos y cada uno de nosotros. Todos
tenemos la capacidad de contribuir algo al universo y si como ese joven
descubrimos ese don lograremos con la fuerza de nuestra visión definir nuestro
destino. Este es vuestro desafío y es mi desafío. Cada uno debe encontrar su
estrella de mar. Y si arrojamos nuestras estrellas bien y sabiamente no tengo
dudas de que el siglo XXI será un lugar maravilloso.
Recuerda: una visión de futuro sin acción
es simplemente un sueño. Una acción sin visión de futuro carece de sentido. Una
visión de futuro puesta en práctica puede cambiar el mundo.
Autor Joel
Barker